Recuerdo que los días previos a mi viaje yo me hacia la dura, que no me iba a afectar mi partida y demás; Tenia una coraza, pero cuando me llego la hora de embarcar y abrace a mi mamá llore un montón y así todo mi paso por aduana y demás. Durante la noche que tuve que pasar en el aeropuerto pensaba en cuan cerca seguía estando de los mios, pero a su vez ya me empezaba a sentir lejos. Cuando el avión se posiciono en la pista como para empezar a tomar carrera y luego despego del suelo yo volví a llorar desconsoladamente, llore por mi partida, por la nueva vida que estaba por emprender y también por mi miedo a volar. Me decía a mi misma "Nata, observa bien todo lo que puedas ahora porque esto es lo ultimo que, por un tiempo, vas a ver de tu país". No pude evitar pensar todo lo que estaba dejando.
Deje algunas cosas y también gane otras. Me estoy integrando a una nueva cultura, aprendiendo un idioma nuevo, conociendo gente. El otro día hablamos con Stefan y le dije que me siento totalmente distinta a la mujer que era hace un año atrás. Pero la esencia sigue siendo la misma.Bueno, me parece que en este post escribí pero no dije nada, al menos no quedo como hubiera querido. De todos modos acá pueden ver el post previo a mi partida y acá las primeras impresiones a mi llegada.
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